Nuevos Estudios Confirman que Continúa la Formación Estelar en 30 Doradus
Una nueva investigación del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) ha demostrado que los campos magnéticos en 30 Doradus, una región de hidrógeno ionizado en el corazón de la Gran Nube de Magallanes, podrían ser la clave de su sorprendente comportamiento.
La mayor parte de la energía en 30 Doradus, también llamada Nebulosa de la Tarántula, proviene del cúmulo estelar masivo cerca de su centro, R136, que es responsable de múltiples capas gigantes de materia en expansión. Pero en esta región cerca del núcleo de la nebulosa, dentro de unos 25 parsecs de R136, las cosas son un poco extrañas. La presión del gas aquí es más baja de lo que debería ser cerca de la intensa radiación estelar de R136, y la masa del área es menor de lo esperado para que el sistema permanezca estable.
Usando la cámara Airborne Wideband Camera Plus (HAWC+) de alta resolución de SOFIA, los astrónomos estudiaron la interacción entre los campos magnéticos y la gravedad en 30 Doradus. Resulta que los campos magnéticos son el ingrediente secreto de la región.
El estudio reciente, publicado en The Astrophysical Journal, descubrió que los campos magnéticos en esta región son simultáneamente complejos y organizados, con grandes variaciones en la geometría relacionadas con las estructuras en expansión a gran escala en juego.
Pero, ¿cómo estos campos complejos pero organizados ayudan a 30 Doradus a sobrevivir?
En la mayor parte del área, los campos magnéticos son increíblemente fuertes. Son lo suficientemente fuertes para resistir la turbulencia, por lo que pueden seguir regulando el movimiento del gas y mantener intacta la estructura de la nube. También son lo suficientemente fuertes como para evitar que la gravedad se haga cargo y colapse la nube en estrellas.
Sin embargo, el campo es más débil en algunos puntos, lo que permite que el gas escape e infle las estructuras gigantes. A medida que crece la masa en estas capas, las estrellas pueden continuar formándose a pesar de los fuertes campos magnéticos.
La observación de la región con otros instrumentos puede ayudar a los astrónomos a comprender mejor el papel de los campos magnéticos en la evolución de 30 Doradus y otras nebulosas similares.
SOFIA fue un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Alemana en DLR. DLR proporcionó el telescopio, el mantenimiento programado de la aeronave y otro tipo de apoyo para la misión. El Centro de Investigación Ames de la NASA en el Silicon Valley de California administró el programa SOFIA, la ciencia y las operaciones de la misión en cooperación con la Asociación de Investigación Espacial de las Universidades, con sede en Columbia, Maryland, y el Instituto Alemán SOFIA de la Universidad de Stuttgart. La aeronave fue mantenida y operada por el Edificio 703 del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA, en Palmdale, California. SOFIA logró su plena capacidad operativa en 2014 y concluyó su último vuelo científico el 29 de Septiembre de 2022.