Para la prueba de encendido Green Run del pasado 16 de Enero, la NASA se propuso adquirir datos de la prueba para respaldar 23 objetivos de verificación detallados. Para satisfacer los objetivos, los datos de la prueba de encendido se utilizan en combinación con análisis y pruebas que ya se han completado. Estos objetivos de verificación detallados se utilizan para certificar el diseño de la etapa central del cohete SLS.

La evaluación preliminar indica que los datos adquiridos cumplieron con las metas de varios de los 23 objetivos, como los relacionados con las actividades previas al encendido del motor. La evaluación inicial también indica que los datos adquiridos cumplieron parcialmente las metas de varios de los 23 objetivos adicionales relacionados con el funcionamiento simultáneo de los cuatro motores RS-25.

La NASA y sus socios industriales, Boeing y Aerojet Rocketdyne, continúan evaluando los datos extensos de la prueba. Como parte de las actividades planificadas a corto plazo, completarán la evaluación final determinando qué objetivos se cumplieron plenamente y cuáles se cumplieron parcialmente. También están evaluando el valor de adquirir datos de pruebas adicionales y un tiempo de ejecución más largo para aumentar los análisis y datos existentes.

Actualmente, la etapa central del SLS aún se puede cargar con propelente y presurizar 20 veces más para un total de 22 ciclos. Las etapas de los cohetes, como la etapa central, están diseñadas para cargarse con propelentes criogénicos y presurizarse un número específico de veces. Esto se denomina ciclos de carga criogénica. Antes de que comenzaran las pruebas Green Run, el SLS había asignado nueve ciclos criogénicos para pruebas en el Centro Espacial Stennis de la NASA en Bay St. Louis, Mississippi y ha utilizado dos de ellos durante el ensayo de fuego caliente y húmedo, con siete ciclos criogénicos restantes para pruebas adicionales. Para el lanzamiento de Artemisa I, la NASA está preservando 13 de los 20 ciclos de carga criogénicos restantes. Estos pueden usarse para múltiples intentos de lanzamiento, un ensayo general húmedo en la plataforma de lanzamiento y otras actividades que requieren carga de propulsor y presurización del tanque.

Una de las actividades críticas que debe suceder antes de otra prueba de encendido o lanzamiento es el secado y reacondicionamiento de los motores. Esa actividad está en marcha. La NASA continúa inspeccionando la etapa central y sus motores RS-25 en el banco de pruebas B-2, y las inspecciones iniciales indican que el hardware está en excelentes condiciones.

La inspección del hardware y la evaluación de datos continuarán y confirmarán la decisión de la NASA sobre si realizar una segunda prueba Green Run o continuar con el envío de la etapa central a Kennedy para su integración con el resto del hardware SLS en el Edificio de Ensamblaje.