La semana pasada, el rover Perseverance descendió al Valle de Neretva, un antiguo canal fluvial que trajo agua al Cráter Jezero hace miles de millones de años. Las rocas encontradas en el Valle de Neretva podrían haber venido de lugares muy alejados del río, lo que proporcionó la oportunidad de examinar material que podría haber llegado desde muchos kilómetros de distancia. Girar hacia el norte por el canal le ha permitido al rover realizar recorridos más largos, un refrescante cambio de ritmo con respecto al terreno accidentado que se encontró en el margen occidental.

Esquivando las dunas en el paso de Dunraven, nos acercamos al monte Washburn, un afloramiento que la cámara Mastcam-Z identificó desde la distancia como un lugar con rocas de diversidad espectral y parches de lecho rocoso de tonos más claros. Al llegar, el equipo de Perseverance se sorprendió con la variedad de colores y texturas en las rocas alrededor del rover e inmediatamente se pusieron a trabajar en la planificación de las observaciones con los instrumentos de detección remota del rover. 

Gran parte de la atención se centró en "Atoko Point", una roca brillante con motas oscuras. Después de adquirir numerosas imágenes multiespectrales con Mastcam-Z y de disparar el láser SuperCam a Atoko Point, ahora Perseverance se dispone a trabajar en su próximo objetivo: “Bright Angel”. Esta exposición de roca de tonos claros, al noroeste de la ubicación actual, se destaca vívidamente en las imágenes orbitales. Al examinar los afloramientos en Bright Angel y evaluar las relaciones estratigráficas (es decir, la secuencia vertical y el apilamiento de diferentes conjuntos de rocas), el equipo espera poder comprender su conexión con Neretva Vallis y el borde del cráter.

Intrigados por lo que han encontrado en Mount Washburn, la primera parada de Perseverance en el canal, ahora el equipo está centrado en el terreno al norte, donde añadirán otro capítulo a la historia de Perseverance en “Bright Angel”.