Durante las últimas semanas, el aterrizador InSight de la NASA ha estado haciendo ajustes al sismómetro que colocó en la superficie marciana el pasado 19 de Diciembre. Ahora ha alcanzado otro hito al colocar un escudo abovedado sobre el sismómetro para ayudar al instrumento a recopilar datos precisos. El sismómetro les dará a los científicos su primer vistazo al interior profundo del Planeta Rojo, ayudándoles a comprender cómo se formó éste y otros planetas rocosos.
El escudo ayudará a proteger al instrumento supersensible de ser sacudido por el viento, lo que puede agregar "ruido" a sus datos. La forma aerodinámica de la cúpula hace que el viento la empuje hacia la superficie del planeta, asegurándose de que no vuelque. Una falda hecha de malla y mantas térmicas rodea el fondo, lo que permite que se asiente fácilmente sobre cualquier roca, aunque hay pocas en la ubicación de InSight.
Una preocupación aún mayor para el sismómetro de InSight, llamado Experimento Sísmico para la Estructura Interior (SEIS), es el cambio de temperatura, que puede expandir y contraer resortes metálicos y otras partes dentro del sismómetro. Donde aterrizó InSight, las temperaturas fluctúan alrededor de 170 grados Fahrenheit (94 grados Celsius) en el transcurso de un día marciano o sol.
En la Tierra, los sismómetros a menudo están enterrados a unos1,2 metros bajo tierra en bóvedas, lo que ayuda a mantener la temperatura estable. InSight no puede construir una bóveda en Marte, por lo que la misión se basa en varias medidas para proteger su sismómetro. El escudo es la primera línea de defensa.
Una segunda línea de defensa es el propia SEIS, que está especialmente diseñado para corregir los cambios bruscos de temperatura en la superficie marciana. El sismómetro se construyó de manera que a medida que algunas partes se expanden y contraen, otras lo hacen en la dirección opuesta para cancelar parcialmente esos efectos. Además, el instrumento está sellado al vacío en una esfera de titanio que aísla sus interiores sensibles y reduce la influencia de la temperatura.
Pero incluso eso no es suficiente. La esfera está encerrada dentro de otro contenedor aislante, una caja hexagonal de color cobre visible durante el despliegue de SEIS. Las paredes de esta caja están revestidas con células que atrapan el aire y evitan que se mueva. Marte proporciona un gas excelente para este aislamiento: su fina atmósfera está compuesta principalmente por dióxido de carbono, que a baja presión es especialmente lento para conducir el calor.
Con estas tres barreras aislantes, SEIS está bien protegido contra el "ruido" térmico que se filtra en los datos y enmascara las ondas sísmicas que el equipo de InSight desea estudiar. Finalmente, la mayoría de las interferencias adicionales provenientes del entorno marciano pueden ser detectadas por los sensores meteorológicos de InSight, y luego filtradas por los científicos de la misión.
Con el sismómetro en el suelo y cubierto, el equipo de InSight está listo para su próximo paso: desplegar la sonda de flujo de calor, denominada Paquete de Propiedades Físicas y Flujo de Calor, sobre la superficie marciana. Se espera que eso suceda la próxima semana.