Los últimos acontecimientos y tensiones generados por Rusia a consecuencia de las sanciones impuestas tanto desde Europa como Estados Unidos, han provocado tensiones que han llegado ha poner en peligro la cooperación de ambos países en la continuidad de la Estación Espacial Internacional. Rusia ha amenazado con dejar de ocuparse de su mantenimiento y ha anunciado que dejará de suministrar motores para cohetes a Estados Unidos, en respuesta a las sanciones occidentales, según dijo el jefe de Roscosmos, Dmitri Rogozin.

Una de las principales consecuencias es que la Estación Espacial necesita cada poco tiempo elevar su órbita unos 20 - 30 kilómetros, y precisamente son los motores de las naves rusas Soyuz los encargados de elevar la órbita de la ISS para mantenerla segura.

De momento, no hay ninguna declaración oficial por ambas partes, pero lo que si ha declarado Rusia es que dejará de colaborar con la Agencia Espacial Europea, lo que implica que se quedarán paralizadas en tierra varias misiones y proyectos de colaboración. Uno de los más destacados es la misión ExoMars, que iba a ser lanzada por la ESA este año y que de momento ha quedado paralizada. Además han anunciado que todos los lanzamientos con cohetes Soyuz quedan suspendidos.